Me voy en el submarino!!!!

En aquellos años se podía escuchar "Helao helaito!!, aproveche que ya me voy en el submarino!!!". Todos sabían que venían los mejores helados que se podían encontrar en la playa, no estaban ni derretidos.

Una vez mis hermanos y primos le hicieron una trampa a este personaje, un hoyito tapado con una bolsa que tenía poquita arena encima y ja! la caja de helados quedó el en suelo, el hombre con media pierna en un hoyo, todo doblado (no sé cómo no se quebró un pie).

Este año gritaba algo distinto, no me acuerdo qué, pero igual de animoso para vender los helados, ahora con su bolsita para la basura.